Jorge
López Ruiz y su infaltable contrabajo |
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Algunas
veces, a quienes por nuestras actividades nos ha tocado frecuentar
el ambiente del espectáculo, nos han sorprendido sobremanera
algunos dichos que sostienen que —en reglas generales— un músico
de jazz lleva siempre el rótulo marcado en su frente y
difícilmente logre apartarse de ese encasillamiento.
Este tipo de sentencia, en ocasiones injusta y lapidaria, termina
siendo muchas veces fácilmente discutible y sensurable,
pues ha podido comprobarse que no son pocos los músicos
que escapan a esta casi regla, inventada casi siempre por quienes
hablan sin conocimiento de causa.
Este es el caso, precisamente, del trío formado por Jorge
López Ruiz (contrabajo), Jorge Cutello (canto, piano, saxo
y flauta) y Néstor Asterita (batería), que el pasado
sábado 21 de diciembre se presentó —como lo han
venido haciendo todos los sábados— en el salón ubicado
en el viejo sótano de «Mr. Jazz», en la calle San Martín
al 600 de la ciudad de Buenos Aires. |
Quienes no habíamos tenido
aún ocasión de escuchar nada del repetorio de este
singular trío, nunca esperábamos ni imaginábamos
encontrar otro tipo de música que no fuera jazz, ya que
sus integrantes —suficientemente conocidos entre nosotros— vienen
identificándose desde siempre con ese popular género.
Es a partir de ese punto, precisamente, donde nacen y prevalecen
los prejuicios a los que nos referíamos anteriormente,
porque justamente —para sorpresa y satisfacción de muchos
de los que estaban allí— durante el transcurso del show
el trío fue completando un repertorio que fue pasando de
los viejos y conocidos temas clásicos del jazz —algunos
no tan conocidos—, hasta alternar —muy oportunamente— con aquellos
tradicionales ritmos de la música brasileña, como
lo son y lo fueron siempre la bossa nova y el polular samba.
En una noche que incluyó momentos y pasajes de notable
originalidad, buen gusto y virtuosismo, el trío fue incluyendo
temas de conocidos y tradicionales autores como George Gershwin,
Cole Porter y otros consagrados e intocables "monstruos" de la
música universal de todos los tiempos. No faltaron tampoco
algunos temas compuestos por quien fuera en otros tiempos nada
menos que el arreglador orquestal del polular Sandro, Jorge López
Ruiz.
Sin embargo, dentro de todo ese soberbio e impecable marco de
técnica, improvisación y agradable informalidad,
lo que más se destacó —al menos desde nuestra óptica
personal— fue la inusual versatilidad del pianista y cantante
(Jorge Cutello), que sorprendió a más de uno cuando
en algunos temas dejaba momentaneamente de lado el piano, para
pasar —como el más natural de los hechos— a tomar contacto
con otros instrumentos como el saxo y en algunas ocasiones una
flauta traversa, con el mismo manejo de la técnica demostrado
en el piano. Además, es preciso destacar que sus pasajes
cantados fueron realmente agradables, dando un clima de notable
calidez, originalidad y buen gusto, y redondeando un espectáculo
digno de volver a disfrutar.
Pero no sólo Cutello tuvo en esa noche su momento mágico
y ciertamente imperdible; también Néstor Asterita
(el baterista del consabido trío), tuvo sus pasajes de
buena técnica, que supo transmitir a través de algún
"solo" de batería, de esos que nunca faltan en estas ocasiones
y que terminan dando algún matiz diferente a este tipo
de espectáculos.
Por otra parte, el propio Jorge López Ruiz desplegó
algunos pasajes de bajo solo —apoyado por la percusión—,
con momentos plenos de buena técnica y originalidad.
En resumidas cuentas, como en cada ocasión en que algo
nos llega y nos conmueve, se hace presente el poder de la música
al servicio del hombre.
Cabe destacar que Jorge López Ruiz participó en
la creación del conocido sello discográfico «Trova»,
del que tuvo el honor de ser su primer Director Artístico,
período durante el cual se realizaron la mayor parte de
las grabaciones de artistas consagrados como Vinicius de Moraes,
Astor Piazzolla y muchos otros.
Pero uno de los hechos más notables en la carrera del músico,
ha sido, precisamente, como productor, arreglador y director
de estrellas como Sandro, Piero, Leonardo Favio, Sergio Denis
y muchos otros, ya que ostenta un histórico record de ventas
discográficas, jamás superado hasta la fecha.
Como información complementaria, podemos aclarar que el
ciclo 2002 en cuanto a presentaciones —para los artistas mencionados
en esta nota—, ha culminado precisamente en «Mr. Jazz», el pasado
sábado 28 de diciembre, retomando sus actuaciones hacia
el mes de marzo de 2003, según los datos que nos han proporcionado.
Nuestras recomendaciones, para todos aquellos que entiendan y
sepan apreciar la buena música —quizá sobre decirlo,
pero igual es bueno mencionarlo—, siguen siendo las mismas de
siempre: privarse de poder disfrutar de espectáculos de
esta magnitud, sería un verdadero e inútil sacrificio,
porque no se producen todos los días de la vida.
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